Mi primera cámara fue una AGFA Isoly 100, tendría unos 10 años. Mirando hacia atrás, no deja de ser curioso que mis padres me regalaran esas navidades una cámara de fotos antes que un radiocassette, una bicicleta o un balón de fútbol. No recuerdo si fue porque ellos pensaron que vendría mejor a mi faceta creativa (por aquella época dibujaba mis propios cómics y tiras cómicas) o porque yo me puse muy pesado, pero sí recuerdo con cariño la cámara.
Comencé a realizar fotografías de forma “seria” con una cámara réflex Praktica BX20 a los 16 años, la misma cámara que ahora me vigila desde un estante de mi mesa de trabajo. ¡Más de 20 años nos contemplan! Por aquella época invertía las becas de estudio en adquirir un equipo apañado con el que posteriormente me sumergí en la fotografía de naturaleza y de retrato. Poco a poco las cámaras han ido cambiando. De la Praktica salté a una Nikon, del carrete al digital, de la ampliadora al ordenador, pero las ganas son las mismas de siempre. Ahora me interesan más el reportaje social o las crónicas de viaje, pero devoro todo lo que tenga relación con la fotografía.
Año tras año, mi pasión por la fotografía me ha impulsado en una incesante carrera autodidacta cuyos frutos se pueden ver en esta web. No está en mí valorar mi virtuosismo en este arte y dejo abierta una vía de comunicación para que seáis vosotros los que juzguéis mi trabajo.
